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Por: Joan Prats

 

Celebrar los Reyes Magos la noche del 5 de enero y abrir los regalos al día siguiente es una tradición que inició en España en el siglo XIX, pero más que una costumbre para los niños siempre ha sido un momento mágico y divertido que inicia la noche en que le dejan cartas, dulces y otros regalitos a los Reyes y sus camellos y culmina con la mañana en la que descubren las sorpresas que Melchor, Gaspar y Baltasar les han dejado debajo del arbolito de Navidad. Aun así, esta experiencia ha sido alterada debido a la ley 139-97 sobre los días feriados que coincidan con los martes, miércoles y jueves y la obligación de transferir la celebración al lunes posterior a la fecha original. Debido a esto, en esta ocasión el Día de los Santos Reyes se celebrará un lunes 10 de enero en vez del que le corresponde: el jueves 6 de enero. La pregunta ahora es: ¿cómo pueden afectar estos cambios a los niños que esperan con ansias celebrar la llegada de los Reyes Magos?

“El Día de los Santos Reyes Magos es una tradición de Navidad cuyo origen se remonta al Nuevo Testamento. Es la noche del 5 al 6 de enero cuando vienen los Reyes Magos de Oriente a celebrar el nacimiento del niño Jesús con sus regalos y así valorar la importancia de jugar para los niños”, explica Erika Idalia Pacheco, psicóloga clínica y terapeuta familiar. “Esto es importante porque no sólo proporciona confianza en uno mismo, sino que esta acción da placer y satisfacción a quien la lleva a cabo. Jugar permite al niño o niña desarrollar aspectos psíquicos, físicos y sociales mientras experimenta sus emociones y expresa sus sentimientos. Con el tiempo, el juego permite al niño desarrollar su imaginación, explorar su medio ambiente, expresar su visión del mundo, y desarrollar su creatividad y habilidades socioemocionales”.

«El cambio de esta fecha puede causar confusión en los más pequeños y también puede ser un gran inconveniente en los adultos que quieran celebrar el Día de los Reyes el mismo 6 de enero, ya que se ven obligados a cumplir con sus responsabilidades laborales y no pueden compartir con sus respectivas familias»“

“Desde mi perspectiva, el día de los Reyes Magos simbólicamente cumple varias funciones a favor de los niños y las familias”, comenta también Soeli Pérez, psicóloga clínica y terapeuta familiar. “Promueve el disfrute de la niñez y la inocencia de la misma. La espera de la llegada de dicho día los llena de ilusión y se sienten bien al recibir un presente. Los adultos igualmente guardan esta fecha al igual que la cena de Nochebuena, y entre familias es común escuchar ‘los Reyes te dejaron algo con tus tíos o tu madrina’. Hay unión familiar en esta tradición que a su vez mantiene viva parte de nuestra cultura”.

El cambio de esta fecha puede causar confusión en los más pequeños y también puede ser un gran inconveniente en los adultos que quieran celebrar el Día de los Reyes el mismo 6 de enero, ya que se ven obligados a cumplir con sus responsabilidades laborales y no pueden compartir con sus respectivas familias.

“Cambiar la fecha del día de los santos Reyes puede tener algún impacto emocional y psicológico para los niños ya que es como robar la ilusión y la fantasía a los pequeños, ya que en estas fechas están a la espera de sus regalos”, expresa Pacheco. “En ocasiones manifiestan desesperación y ansiedad en la espera de estos juguetes. Sin embargo, hay personas de generaciones antiguas que de una forma u otra celebran esta tradición el día 6 con la compra y entrega de estos regalos para cumplir con la cultura que han aprendido. Así regalan una ilusión y una sonrisa que llena de satisfacción este día no sólo al niño que recibe el regalo, sino también a ese niño interior que tiene este adulto, recordándole así esa infancia y tradición que ha preservado de una generación a otra”.

Sin embargo, mover la fecha de esta celebración por varios días no tiene un impacto negativo en todos los casos. Hay familias que hacen lo mejor posible para adaptarse a esta situación y tratan de mantener el espíritu festivo de la fecha para no afectar la experiencia de los más pequeños.

“El cambio de fecha no suele impactar a los niños porque para estos el valor de la fecha es encontrar los regalos que ‘dejaron los Reyes al pasar por casa’ y compartir con sus familias, no necesariamente que se celebre por fecha”, opina Pérez.

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