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Por: Humberto Salazar

 

Desde hace unos días circula en las redes sociales un video que, en un país normal hubiera causado un escándalo de enormes dimensiones, solo que en la tierra del ¨Nunca Jamás¨ en que se ha convertido la República Dominicana, pasa por debajo de la puerta, porque al final a lo que nos ha acostumbrado el actual gobierno es a usar la mentira como un arma política y en ese escenario, “ná e ná y to e to”.

 

El video en cuestión presenta a dos funcionarios del gobierno dominicano en la ciudad de Nueva York, Eligio Jáquez y Daniel García Archibald, en una reunión donde fueron invitados ¨todos¨ los periodistas que se dedican a ese oficio en esa ciudad, para ofrecerles directamente y con una cara de sinvergüenzas que les sobra, publicidad del gobierno dominicano, a cambio de una cobertura total para la próxima visita de Luis Abinader a la sede de las Naciones Unidas.

 

En esa reunión y a cara descubierta, se trata de comprar la voluntad informativa de los medios que cubren la comunidad dominicana en el principal destino de nuestros emigrantes, para cubrir con noticias favorables al gobierno, las actividades de Abinader en lo que llamó Archibald ¨un baño¨, de pueblo suponemos nosotros porque lo otro sería impensable.

Ahora, alguna razón debe haber que condujo a esta acción desesperada de personas con mucha hambre y poco talento, y es que en la República Dominicana se han producido una serie de acontecimientos que incluyen esa visita a la ciudad de Nueva York por varios días de parte de Abinader, y todo esto gira alrededor de una reforma fiscal, impuestos para la población dicho de forma más clara, que el actual gobierno dijo en múltiples ocasiones si acaso se iba a promover para el 2023.

 

El calendario que se ha impuesto el gobierno dominicano incluye aparentemente la huida para Nueva York inmediatamente se presente en el Consejo Económico y Social la propuesta de engancharle el ITBS a prácticamente todos los productos que consumimos los dominicanos, incluyendo medicamentos, alimentos, energía eléctrica, servicios de todo tipo, que según los genios del gobierno son la causa principal de desequilibrio y déficit presupuestario que arrastramos.

 

A ver cuál es la secuencia:

 

Primero, nos inventamos una actividad frente al Palacio Nacional para dar un discurso insustancial, vacío, sin propuestas de ningún tipo, que deben ser los 41 minutos más caros e inútiles que ha invertido gobierno alguno en muchos años.

 

Segundo, dentro del discurso planteamos una cantidad de reformas que necesitarían 50 años para ser discutidas y aplicadas, pero se incluye la discusión de una Reforma Fiscal, que ya se había dicho por boca del mismo Abinader que no sería presentada este año a causa de la crisis económica derivada del Covid-19.

 

Tercero, se convoca de manera intempestiva y casi de urgencia el Consejo Económico y Social para plantear las 12 reformas del gobierno, después se le agrega una 13ava y quizás la cuenta no llegue a muchas más porque muy pronto ahí se romperá la taza y cada uno se irá a su casa.

 

Cuarto, no se presenta ninguna propuesta en la reunión, creando una expectativa falsa, y la oposición política, que para nada es tonta, pide al gobierno que presente lo que quiere.

 

Quinto, se reenvía la reunión del CES para el 15 de septiembre, ya Abinader se encargó de anunciar que irá a presentar “Su propia agenda” a nombre de un gobierno de mudos (él es pitcher, catcher, center field y manager), y ese es el lugar donde se presentara la propuesta de reforma fiscal, de modo que quede enganchada la oposición en la discusión y se arme un ambiente de ¿dialogo?; nosotros lo calificaríamos como trampa.

Sexto, con la pista caliente por los impuestos que trataran de meterle por las costillas a la clase media y a los pobres, después de todo el gobierno de empresarios ricos, Abinader se ira muy orondo a Nueva York varios días antes de que les toquen los 5 minutos en la Asamblea General de la ONU, mientras en República Dominicana el ¨rancho estará ardiendo¨ con el tema de los impuestos.

 

Y el colofón de esta historia, por ahora, es que los periodistas dominicanos en Nueva York estarían comprados por la publicidad del gobierno, no son palabras de quien escribe porque en ¨las caras se les ve la mala intención que tienen¨ a quiénes fueron enviados a esa misión a esa ciudad e Estados Unidos, y así piensan capear el temporal.

 

Una narrativa montada por quienes manejan la imagen del gobierno para que sirva de contención a la ira popular que se desatará si insisten en universalizar el ITBS, solo que con noticias compradas no se va al mercado, sería mejor que se manejen con cuidado, porque Colombia nos podría quedar pequeños ante la ola popular de descontento que se avecina.

Humberto Salazar

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