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Por: Manuel Cruz

 

Hoy hace exactamente un año que escribí un artículo titulado “El PLD en Cuidados Intensivos”, en el mismo volví advertirles a los dinosaurios hipoacusicos del PLD que la ejecución de la teoría weberiana de socialización y cohesión de intereses de la cúpula como única razón teleológica; sería la causa fundamental que llevaría a ese partido a los libros de historias a llenar millares de páginas con epítetos peyorativos. De igual forma, a raíz del holocausto municipal que vivió el PLD en marzo fui la única persona que se atrevió públicamente a pedir la renuncia del presidente del partido y del candidato presidencial indicando que con él no se ganaba.

 

El PLD Cosechó lo que Sembró.

 

El novelista y poeta británico Robert Stevenson sentenció que “tarde o temprano todos se sientan ante un banquete de consecuencias”. En efecto, como se aferraron a ver la política desde la prefectura del marketing político, los eclecticismos y los sofismas los ciudadanos que no entienden ni asimilan esas premisas le demostraron que el camino más cercano que tiene un hombre con poder; es ser víctima de su propio éxito y de su ego. Por eso, también les advertí que ese club de amigos invertebrados, la oligarquía, la clase media, las bocinas y sus correligionarios todos juntos se convertirían en el propio epitafio del PLD.

 

Asimismo, se circunscribieron a la anómala idea de que los triunfos no se analizaban ni se cuestionaban, lo importante era ganar. Sin embargo, la gran vergüenza no es solo haber sido vapuleados en las elecciones también está el hecho de que eso sucedió en pleno desarrollo de la obra de gobierno más antropocéntrica de toda la historia dominicana. Eso significa, que olvidaron por completo que en política “el cómo es más importante que el qué”. Se ensimismaron de tal forma que dejaron de ver el país con objetividad y los pocos que tuvimos la osadía de pensar diferente fuimos ignorados y marginados, pero el efecto demostración puso cada cosa en su lugar.

 

¿Y Ahora qué Sigue?

 

El gran maestro de maestros y padre de la consultoría política Joseph Napolitan dijo, “cuidado con querer buscar soluciones simples para problemas complejos”. Desde esa perspectiva, lo primero que hay que reconocer es que el PLD se encuentra en la situación más difícil de toda su existencia; inclusive, hasta con posibilidades reales de convertirse en una versión morada del PRD. Toda vez que, el 1er gran reto es la desconfianza que las bases de ese partido le tienen a la matricula total de su cúpula y desprecio a una gran mayoría de ellos. 2do, el líder más importante del PLD está deshabilitado, sin mayoría congresual y odiado por una parte de la dirigencia por propiciar la división del partido.

 

En ese sentido, como el PLD profundizó el grupismo que hizo renunciar al propio Juan Bosch el 15 de marzo de 1991; el 99% se convirtió en Leonelista o Danilista y todos dejaron de ser peledeistas. Dentro de ese contexto, el PLD se sustentó en un club de amigos gubernamental, en las bases populares que viven del pescado y en un segmento de profesionales bien marginados. ¿Hoy que significa eso? Que los amigos desaparecerán por falta de nóminas, que las capas bajas que viven del día a día ahora le profesarán amor al nuevo inquilino de la México con Delgado y esos profesionales se marcharán si le venden una restructuración gatopardista.

 

¿Quién le Pondrá el Cascabel al Gato?

 

En febrero de 2019 en un artículo titulado “Los Tres Caminos del PLD” ante la inminente nueva guerra púnica entre Aníbal y Escipión, externé una atrevida propuesta que consistía en la rebelión de los jenízaros del PLD tendente a evitar que Danilo y Leonel se convirtieran en el Roboam y el Jeroboam del partido. Empero, ese consejo imperial (Comité Político) estaba extasiado disfrutando de las mieles que el poder les garantizó por el solo hecho de olvidar su verdadero rol. Por tal razón, se convirtieron en simples tiralevitas que aplaudieron y legitimaron inefables situaciones internas que eran propias del estilo de Luis XIV.

 

En consecuencia, resulta que aquello que en un momento pudo resolverse desarticulando las apetencias desmedidas de ambos líderes ahora tendrá que exponerse en público para poder generar empatía cognitiva y afectiva con las bases del PLD. Prepárense para ver ahora a los mismos que por más 20 años fueron áulicos de Leonel o de Danilo esgrimiendo cantos de sirenas queriendo limpiarse y edulcorar todo lo que apoyaron. Además, tendremos lluvias de paladines de la renovación y dispuestos a enfrentar al líder hoy deshabilitado que antes ellos mismos beatificaban en vida y bañaban con elogios cargados de mirra y sándalo.

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