Santo Domingo.-La joven discapacitada de Baní, Johanna Marialis Moreta, que hace poco suplicó de forma desesperada por ayuda a través de Listín Diario, realizó un llamado a instituciones públicas y privadas del país a las que pedía evitar que se llevara a cabo una amenaza de desalojo que le habían hecho a su abuela, para sacarlas de una vivienda donde residen desde hace más de 30 años, ha logrado su sueño.
Asimismo, las entidades a las que recurrió por ayuda no respondieron, pero la Fundación del destacado comunicador Salvador Holguín, un ente sin fines de lucro, cumplió una promesa pública de impedir que la chica terminara en la calle: pagó el valor de una hipoteca que la señora Petronila Romero había hecho por la casita para pagar gastos de operación, viajes y alimentación de la joven Johanna Marialis Moreta.
En ese orden, la entidad empezó una campaña y a pocos días ya tenía una respuesta para esta familia. El periodista Salvador Holguín viajó a Baní, citó a las personas involucradas en el negocio de la hipoteca, entregó un cheque por el valor de la operación y, personalmente, hizo entrega de los documentos de propiedad a la señora Romero. La Fundación que dirige había prometido evitar el desalojo de la angustiada abuela y su nieta discapacitada, que ya estaban advertidos de una acción de expulsión legal de la casita donde viven.
Cabe precisar que el caso de Johanna Marialis Moreta fue dado a conocer el 4 de agosto pasado a través de Listín Diario, cuando ésta clamó por ayuda, temerosa de terminar en la calle, una situación que podría haber agravado sus sufrimientos y puesto en peligro la salud de su abuela, Petronila Romero. Holguín, presidente de la Fundación, visitó el humilde hogar de esta familia, en compañía de su madre, Altagracia Espinal Peralta, donde se percató personalmente de la situación de extrema pobreza y las carencias visibles en el hogar.
Después de hacer un levantamiento de los problemas encontrados, especialmente el de la vivienda y la decisión de abogados de ejecutar el desalojo, Holguín le prometió a la abuela, Petronila Romero, que no dejará que los manden a las calles, y le garantizó la búsqueda de ayuda inmediata.
“Hemos cumplido, una vez más, con nuestra palabra, evitando que una familia tan pobre de Baní, en este caso una chica discapacitada y su abuelita, sin ayuda de ninguna tipo, terminaran tiradas a la calle”, expresó el incansable trabajador social Salvador Holguín.