Santo Domingo. -El nuevo Jefe de Estado de la República Dominicana, Luis Abinader, aseguró que en su gobierno que inicia hoy no se permitirá, bajo ningún concepto, que la corrupción del pasado quede impune y que aquellos que cometieron faltas y abusaron del pueblo tendrán que pagar ante la justicia por todos sus actos.
“El que robó dinero del pueblo, tiene necesariamente que pagar en la justicia por sus actos”, precisó el mandatario Luis Abinader en su discurso de toma de posesión en la Asamblea Nacional, alegando que una democracia de calidad, a las puertas de la tercera década del siglo XXI, requiere una rendición de cuentas vertical, lo que supone un sistema de frenos y contrapesos entre los poderes del Estado, para que ninguno prevalezca sobre otro.
Asimismo, el presidente Abinader advirtió a los funcionarios que le acompañarán en su gestión que no tolerará ningún acto de indelicadeza ni corrupción.
“El funcionario que se equivoque con el dinero del pueblo, será inmediatamente destituido y puesto a disposición de la justicia. Estamos convencidos de que la corrupción de arriba incentiva la de abajo, que es la delincuencia, que se traduce en inseguridad. Y ambas tienen que ser combatidas sin tregua”, indicó.
Además, precisó que su promesa de luchar contra la impunidad al designar a la magistrada Miriam Germán como titular del Ministerio Público, “un Procurador General políticamente independiente capaz de hacer lo justo, incluso si todos están en contra, y de evitar lo injusto, incluso si todos están a favor”.
En ese sentido, Abinader opinó que no existen transformaciones sin las reformas institucionales necesarias que garanticen que somos un pueblo de leyes y no una comunidad sometida a la cambiante voluntad de sus gobernantes.
“La historia no es lineal y en la República Dominicana hemos aprendido esa lección por las malas demasiadas veces”, dijo Abinader, alegando que el inventario de “trágicos retrocesos” desde la Independencia Nacional en 1844 así lo confirma.
En ese orden dijo que nada sin esfuerzo está garantizado para siempre y, por tal motivo, la vigilancia para mantener la democracia no termina nunca, exhortando a los funcionarios presentes en el acto diplomático a acatar sus responsabilidades institucionales.
“Somos los guardianes del legado democrático y, como tales, no podemos fracasar en el objetivo de conciliar la libertad con la Justicia”, sentenció.