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Por: Ángel Lockward

 

 

En medio de esta crisis el gobierno necesita más dinero, por eso tomó 3,800 millones para cubrir el resto del año, pero el pueblo no está en ánimo de pagar más impuestos: Someter eso ahora es un grave error político, innecesario además.

 

 

El Gobierno que está dirigido por empresarios, técnicos del sector económico y popis, debe entender que las reglas de la política y las de la empresa privada, son distintas: En su negocio particular no hay que conciliar intereses sociales, ni establecer criterios de oportunidad,  en el Estado, sí.

 

 

El paquete fiscal – que hace poco se anunció que no habría – procura unos RD$38,526,627.12 adicionales; una de las medidas incluidas es dejar sin efecto la indexación de los salarios por inflación, habría pasado sin escándalo. Otra, grabar el sueldo 13, desde luego que no: Parece una locura – el rechazo – porque el sueldo de la clase media y los pobres de hasta 34,106.75 mensuales, esta exceptuado del gravamen.

 

 

¿Que indica entonces el rechazo general?  Es una señal de cambio en el ánimo público – hacia la esfera negativa – respecto del Gobierno del PRM y del Presidente.

 

 

Gravar el uso de las tarjetas en dólares emitidas por los bancos nacionales afectará a la clase media – si suponemos que los pobres no tienen esas tarjetas – pero no a los ricos que son los grandes consumidores, simplemente trasladarán el consumo de tarjetas locales a internacionales, pues esos clientes tienen – entre otras – tarjetas de los bancos extranjeros cuyas sedes están en el país: Las compras no se harán con tarjetas del Banco Popular – por ejemplo – sino del Popular Bank y, el Gobierno no percibirá, nada. Se beneficiara a Panamá.

 

 

Los servicios digitales Netflix, YouTube, Spotify y Claro, actividades de gran desarrollo durante la Pandemia, podrían ser gravados, impuesto que se unirá al costo de los mismos aumentando la facturación a los usuarios: Malo para la gente, pero manejable.

 

 

Pero lo raro es que no se contempla – según parece-, en la información de la prensa gravar – por beneficios extraordinarios – la actividad que mantuvo mejor desempeño en sus operaciones y alcanzó – ventas – y precios records: El oro que en agosto se vendió a USD$ 2,067.15 la onza soporta muy bien un impuesto sobre ganancias excesivas.

 

 

Tenemos la mina – en explotación – más importante del continente y una de las tres mayores del mundo… que nuestro oro nos ayude en esta crisis habría sido bien recibido.

 

 

Más importante que el déficit entendible en el Anteproyecto de Presupuesto y Ley General de Gastos Públicos – que por lógica debió ser menor que el del año 2020 – es el capital político del Presidente Abinader porque lo requiere para todo lo que falta de su Administración y, esta acción lo compromete seriamente: Es mejor rebajar partidas, mejorar calidad de gastos e incluso, economizar de la reciente emisión de bonos esos USD 652 millones que faltan o una parte de ellos.

 

 

Presidente Abinader, el endeudamiento – excesivo – es muy malo, pero en este caso, la imposición de cargas adicionales a la economía que serán traspasadas al público y sacarle dinero del bolsillo a la gente,  es lo peor: No cuadre el presupuesto molestando a la gente y perdiendo su aprobación, es muy temprano para ese sacrificio.

 

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